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Ilustración que acompaña al relato en "El País Semanal" |
En “El País Semanal”, a propósito
de un reportaje publicitario sobre relojes, pudimos leer un relato corto de
Lola Beccaria en el que, de forma muy literaria y utilizando como argumento
principal una historia de amor trágico, se relata en primera persona la
historia de dos seres inmortales como el paso del tiempo. Desde Egipto hasta
nuestros días y en forma de epístola, la amante no correspondida le escribe a
su amado a través de la historia entre famosos relojes como el de la Puerta del
Sol de Madrid o el de la plaza de San Marcos en Venecia.
A partir del relato podemos extraer varios aforismos memorables:
“El desamor es ambicioso, incluso para su propio daño”
“Para quien ama sumido en la duda, el tiempo es un castigo”
“Sólo los amantes cuentan el tiempo”
“Las horas de la pena son más largas que las de la felicidad”
“Cada tictac es un acorde de tensión amorosa no resuelta"
A partir del relato podemos extraer varios aforismos memorables:
“El desamor es ambicioso, incluso para su propio daño”
“Para quien ama sumido en la duda, el tiempo es un castigo”
“Sólo los amantes cuentan el tiempo”
“Las horas de la pena son más largas que las de la felicidad”
“Cada tictac es un acorde de tensión amorosa no resuelta"
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